Por qué la quiebra debe ser tu última opción

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Cuando empiezan a surgir problemas económicos, y las cargas de dinero se amontonan unas sobre otras, muchas personas se preguntan a dónde acudir en busca de ayuda. Cuando llegas a tu punto financiero más bajo, puede parecerte que la quiebra es la única salida. En parte, esto se debe a que algunas agencias venden la quiebra como una opción de ensueño para salir de unas circunstancias difíciles. Sin embargo, la verdad es que, en lugar de actuar como un simple apaño, la quiebra es en realidad una solución financiera que conlleva entre siete y diez años de penurias y preocupaciones monetarias. Hay otra serie de opciones que explorar antes de recurrir a la quiebra, como la liquidación de deudas y el asesoramiento. Aunque la solución de la quiebra puede parecer una salvación en tus momentos de necesidad, esa sensación de alivio es sólo temporal, porque inmediatamente aparecerá una marca negra en tu informe crediticio. Algunas personas también se dan cuenta de que tienen que seguir pagando a sus acreedores una vez finalizada la quiebra, porque los préstamos estudiantiles y los impuestos atrasados no pueden cancelarse en la quiebra. Si estás considerando la posibilidad de declararte en quiebra para superar tus problemas económicos, ten en cuenta primero las siguientes cuestiones.

Altos tipos de interés garantizados y problemas con la aprobación de préstamos

Una vez que te hayas declarado en quiebra, habrás consolidado tu posición como prestatario de alto riesgo, lo que significa que a los prestamistas les preocupará la perspectiva de concederte préstamos. Esto significa que puede resultarte difícil que te aprueben nuevos préstamos. En otras palabras, los sueños de alquilar una nueva vivienda, poseer una casa o comprar un coche nuevo tendrán que posponerse durante al menos cinco años. Si te aprueban los préstamos que quieres, lo más probable es que te veas obligado a conformarte con tipos de interés muy altos, lo que significa que acabas pagando el doble de lo que vale realmente el producto o servicio. Con el tiempo, pagar unos intereses tan elevados por las tarjetas de crédito y los préstamos aprobados necesarios para reconstruir tu crédito podría acabar costándote mucho dinero.

Restricciones de contratación

Hoy en día, parece que es más difícil que nunca conseguir un trabajo fiable. De hecho, los estudios sugieren que alrededor del 47% de los empresarios verifican los informes crediticios de las personas que solicitan empleo antes de tomar una decisión de contratación. Independientemente de lo buena que sea tu experiencia o formación, tener una quiebra en tu informe crediticio podría ser el punto negro que dificulte aún más la consecución de una gran carrera profesional. En algunos casos, los empresarios pueden simplemente considerarte una contratación negligente o un futuro lastre.

Daños importantes en la puntuación de crédito

Es obvio que declararte en qu iebra va a tener un impacto poco saludable sobre tu calificación crediticia. Es imposible saber de antemano cuánto disminuirá tu puntuación FICO, ya que dependerá de cuántas cuentas se hayan visto afectadas por la quiebra, así como del perfil crediticio general de la persona. Tener una mala puntuación crediticia te hará la vida más difícil, ya que proporciona a los acreedores nuevas oportunidades de aprovecharse de ti. La mayoría de las personas con mal crédito se enfrentan a tipos de interés disparados, y esto podría colocarte en una situación financiera terrible. Al mismo tiempo, te verás obligado a vivir con el estigma de la quiebra sobre tu cabeza. El mundo puede tratarte como si no pudieras pagar tus facturas, o no fueras lo bastante responsable para cuidar de ti mismo.

Qué hacer antes de declararse en quiebra

Antes de declararte en quiebra, da un paso atrás y ponte en contacto con un experto en liquidación de deudas. Pídeles que hablen contigo sobre las soluciones que podrían estar disponibles para reparar tu situación, de modo que puedas dejar atrás tus deudas. Puede que descubras que puedes buscar opciones de liquidación de deudas, o de consolidación de deudas, de forma que tus circunstancias sean más manejables. Es más, también puede sorprenderte cómo tus acreedores pueden ayudarte a evitar la quiebra. A veces, basta con dirigirse a los acreedores y pedirles ayuda para que negocien nuevos pagos o saldos más bajos, de modo que al menos recuperen parte de su dinero. Si te enfrentas a deudas crecientes y no quieres declararte en quiebra, la liquidación de deudas puede ser una opción mejor, ponte en contacto con nuestro despacho para una consulta gratuita.