Cómo recuperarse tras un despido laboral

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Para muchas personas, perder el trabajo es uno de los retos más difíciles a los que tendrán que enfrentarse. La combinación de emociones y preocupaciones económicas puede hacer que te sientas ansioso, deprimido y falto de confianza. Por desgracia, la difícil situación económica ha hecho que, a veces, el despido sea inevitable, ya que las empresas se ven obligadas a recortar su plantilla y reducir costes en la medida de lo posible. Perder el trabajo no significa que debas rendirte, dejar que la deuda te abrume y evitar buscar una salida. Los siguientes pasos deberían ayudarte a volver al buen camino después de que una pérdida inesperada de empleo te haya derribado.

  • Paso 1: Deja de culparte

Recuperarse de un despido es más fácil si te das un respiro y reconoces que no has hecho nada malo. Hay una diferencia entre ser despedido por causa justificada y ser despedido por reducción de plantilla o cambios tecnológicos en tu sector. Lo más probable es que hayas perdido tu empleo no porque no trabajaras lo suficiente, sino simplemente porque el modelo empresarial está cambiando. Recuerda que la pérdida del empleo por despido no deja una mancha negra en tu expediente. Otras empresas entienden que a veces hay que tomar decisiones difíciles, y tu posterior pérdida de empleo no refleja necesariamente tu ética laboral o tu valor como empleado.

  • Paso 2: No quemes puentes

Si tu puesto se convierte en redundante y te preparas para dejar la empresa, no lo utilices como excusa para lanzar insultos a tu jefe. En lugar de eso, agradécele la oportunidad y deja la relación en un tono positivo. Lo más probable es que tu jefe no te despida por alguna venganza personal, y las conexiones serán cruciales para futuras búsquedas de empleo. Es importante mantener tantas buenas relaciones como sea posible. Pregunta a tu jefe si puede darte buenas referencias que te ayuden a causar una impresión positiva en otras empresas: la mayoría de las veces estará encantado de complacerte. Cuando te entrevisten para un nuevo trabajo, resiste el impulso de hablar negativamente de tus antiguos jefes porque estás descontento con su decisión de despedirte. Tu entrevistador no apreciará un mal comportamiento, y lo más probable es que acabes dejando una mala impresión.

  • Paso 3: Haz un plan

Una vez que tu puesto se considere redundante, la mejor forma de volver a ponerte en marcha es elaborar un plan sobre cómo seguir adelante. Piensa en qué tipo de trabajo te gustaría solicitar, y si te gustaría más permanecer en tu antiguo campo profesional o pasar a algo nuevo. Las personas que no elaboran un plan sólido suelen sentirse a la deriva. Mientras buscas trabajo, intenta ser lo más productivo posible. Piensa en nuevas formas de ponerte en contacto con posibles empleadores, amplía tu currículum con cursos de formación enriquecedora y sigue enviando currículums. Independientemente de tu carrera, asistir a una clase o participar en un voluntariado puede ser una forma estupenda de demostrar a futuros empleadores lo proactivo que eres.

  • Paso 4: Establece contactos

A veces, pasar todas las horas del día delante del ordenador buscando un nuevo trabajo no es la forma correcta de encontrar un nuevo empleo. Cuanto más tiempo pases preocupándote por encontrar un nuevo puesto, más presión te impondrás a ti mismo y más estrés tendrás que soportar. En lugar de eso, intenta establecer contactos para aumentar tus posibilidades de establecer una conexión que pueda informarte sobre un puesto vacante. La mayoría de las veces, conseguir un buen trabajo depende de a quién conoces, más que de lo que sabes, así que si eres amigo de alguien de tu sector, ¡hazle saber que estás buscando trabajo!

  • Paso 5: Haz frente a cualquier deuda

Quizá uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la gente tras la pérdida del empleo es que sus gastos pueden empezar a acumularse, provocando una deuda en la tarjeta de crédito que no pueden pagar. En algunos casos, podrías dirigirte a tu empleador y proponerle una reducción de las horas de trabajo o una disminución temporal del salario mientras buscas un nuevo puesto, simplemente para poder seguir manteniendo el flujo de caja y cumplir con tus obligaciones. Si tienes menos ingresos o sigues luchando con las deudas después de encontrar un nuevo trabajo, quizá te venga bien la ayuda de un profesional que pueda ayudarte a negociar tus reembolsos en un calendario más manejable. Si tienes problemas con las deudas tras perder el trabajo, ponte en contacto con nuestro despacho para concertar una consulta gratuita.