Cómo puedes liquidar tus deudas no garantizadas

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Lo primero es lo primero: ¿cuál es la diferencia entre deudas garantizadas y no garantizadas? Las deudas no garantizadas son las que no están vinculadas exclusivamente a un bien físico. La deuda del préstamo de tu coche sería una deuda garantizada. La deuda de tu tarjeta de crédito es no garantizada. La deuda ha formado parte de los presupuestos domésticos durante mucho tiempo, pero en los últimos años se ha producido un cambio en el papel de la deuda en el panorama general de nuestro futuro, nuestras inversiones y nuestra planificación financiera.

El crecimiento de la deuda no garantizada

Entre 2000 y 2011, el importe medio de la deuda no garantizada aumentó un 30%, pasando de 5.365 a 7.000 dólares. Lo interesante de estas cifras es que la deuda de tarjetas de crédito, una forma de deuda no garantizada, se ha mantenido relativamente estable. El aumento se ha producido en otras formas de deuda no garantizada, como los préstamos bancarios y privados, las deudas médicas y -¿lo veías venir, verdad? – los préstamos estudiantiles. Este aumento de las formas alternativas de deuda no garantizada ha sido más o menos el mismo en todos los grupos de edad.

¿Por qué trabajar para eliminar las deudas no garantizadas?

Cuando se trata de deudas no garantizadas, existe la creencia persistente de que, como no hay bienes vinculados a estas deudas, es más fácil pasar por alto el pago de estas deudas en favor del pago de una deuda garantizada, como un préstamo de coche o la hipoteca de una casa. Es un error fácil de cometer. A primera vista, puede parecer que no hay ninguna consecuencia crítica como que te embarguen el coche o la casa. Sin embargo, la deuda no garantizada puede llevar al embargo de bienes e incluso puede tener consecuencias no financieras. Un estudio reciente descubrió una relación directa entre la cantidad de deuda no garantizada que tiene una persona y el nivel de síntomas depresivos y de bienestar psicológico. Otro estudio descubrió que las personas con deudas tienen tres veces más probabilidades de desarrollar enfermedades mentales como depresión, ansiedad y trastornos psicóticos. Las deudas no garantizadas son un problema grave con consecuencias muy reales, pero que muchos saben que deben abordar. Sólo es cuestión de encontrar la solución adecuada.

Ratio de deuda no garantizada

Un ratio de deuda no garantizada se refiere al porcentaje de ingresos que se tiene como deuda no garantizada. Puede ser una cifra importante, ya que puede ayudar o perjudicar tu capacidad para obtener nuevos créditos o préstamos. Para calcular tu ratio de deuda no garantizada, suma todas tus deudas no garantizadas, divide la cifra por tus ingresos anuales y, a continuación, multiplica el resultado por 100 para convertirlo en un porcentaje. Por ejemplo, si tienes 5.000 $ en deudas no garantizadas y unos ingresos anuales de 25.000 $, esto equivale a una ratio del 20%.

¿Qué ocurre si no pago las deudas no garantizadas?

¿Qué ocurre si una deuda no garantizada permanece impagada? Las consecuencias pueden variar en función de tu situación, pero normalmente tendrás que tratar con dos partes distintas: los acreedores y las agencias de cobro. Un acreedor o una agencia de cobros pueden acosarte hasta que decidas pagar o llegar a un acuerdo, e incluso pueden pedirte la declaración de la renta.

¿Cómo puedo librarme de las deudas no garantizadas?

Si quieres saldar tus deudas no garantizadas, tienes que saber cuántas deudas tienes y cuánto dinero te costará saldarlas. Conseguir esa información puede ser un poco más difícil de lo que parece, pero hay muchas formas de averiguar lo que debes sin demasiadas complicaciones.

Liquidación de deudas no garantizadas

La liquidación de deudas es una forma eficaz de saldar tus deudas con varios acreedores. No es una consolidación de deudas. Es una forma de negociar con los acreedores para que les paguen las deudas que les deben, mientras el deudor trabaja para salir de la carga financiera con expectativas razonables. Las personas y las familias a menudo recurren a la liquidación de deudas como solución para sus deudas no garantizadas sin asumir la mancha negra de la quiebra. Lo más probable es que tu crédito se vea afectado por tus esfuerzos para liquidar tu deuda. Pero también es probable que tu crédito ya se esté resintiendo si estás considerando la posibilidad de liquidar tus deudas. La buena noticia es que, a medida que pagues tus deudas no garantizadas, tu puntuación crediticia debería empezar a mejorar. Son precisamente estas mejoras las que ayudan a nuestros clientes a mantener una actitud positiva y a seguir con el programa hasta saldar sus deudas.

Cómo funciona la liquidación de deudas

En pocas palabras, la liquidación de deudas funciona haciendo que un negociador experimentado trabaje con tus acreedores de deudas no garantizadas. Se discutirá la situación. El acreedor querrá obtener lo máximo posible, teniendo en cuenta la probabilidad de que le pagues. En teoría, los acreedores prefieren tener algo a no tener nada. Saben que si un deudor se declara en quiebra, tendrán dificultades para cobrar el dinero que se le debe. El acuerdo es una opción más atractiva que seguir gastando sus recursos en perseguir un dinero que quizá nunca recuperen. Normalmente, el pago parcial inmediato es una ventaja de llegar a un acuerdo. Si se puede entregar algo de dinero durante las negociaciones, es más probable que los acreedores se muestren abiertos a un acuerdo porque han empezado a ver parte del cobro. No todas las deudas no garantizadas son iguales. Los préstamos estudiantiles pueden ser más difíciles de abordar porque están exentos de la quiebra. Negociar impuestos atrasados, deudas de tarjetas de crédito, préstamos bancarios no garantizados, facturas médicas, créditos de comercios y otros tipos de deudas no garantizadas puede ser más fácil, pero cada una es diferente. En cada caso se aplica la misma estrategia de negociación, y el negociador busca un plan razonable para que la persona que debe dinero pueda salir adelante lo antes posible.

Reflexión final

Las personas pueden contraer deudas sin garantía de varias maneras. Nuestra sociedad suele pensar que el problema es simplemente un gasto descontrolado, pero las razones suelen ser mucho más complejas. La clave está en ver el problema y trabajar para encontrar una solución, de modo que cada parte pueda seguir adelante. Para más información, visita nuestra página sobre Deuda no garantizada

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Crédito de la foto: photoloni vía VisualHunt / CC BY