Gastar por encima de las propias posibilidades parece ser una tradición estadounidense. Es bastante habitual que los hogares estadounidenses tengan deudas de miles de dólares en tarjetas de crédito. De hecho, el hogar medio estadounidense tiene 17.000 dólares en saldos combinados de tarjetas de crédito, el equivalente a casi un tercio de sus ingresos anuales.
Antes de contratar tu primera tarjeta de crédito, deberías dedicar tiempo a informarte sobre los aspectos básicos. Comprender las condiciones de tu tarjeta de crédito, cómo afecta la deuda y el uso del crédito a tu seguridad financiera, y los pros y los contras generales te ayudará a tomar decisiones más sabias a la hora de pasar el plástico.
A medida que mejora tu puntuación crediticia y aumenta tu salario, las empresas de tarjetas de crédito pueden tenderte la mano y ampliar tu límite de crédito, y a veces incluso ofrecen altos límites disponibles a quienes no podrían permitírselos. Sin embargo, no debes dejarte tentar por los límites cada vez mayores de las tarjetas de crédito. Recuerda que ese dinero no es tuyo y que al final tendrás que devolverlo.
Puede que los propósitos de Año Nuevo sean un tópico, pero el final del año sigue siendo un recordatorio para dar un paso atrás y reflexionar sobre el tiempo pasado. Y tus hábitos de gasto son un buen punto de partida.
