7 ventajas de una tarjeta de crédito conjunta

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Solicitar o avalar una tarjeta de crédito con tu ser querido tiene sus riesgos. La tarjeta de crédito y su actividad aparecen en los informes crediticios de ambos, y los dos sois responsables del saldo. Sin embargo, si tu ser querido tiene buenos hábitos financieros, una cuenta conjunta de tarjeta de crédito tiene muchas ventajas. Desde ayudaros a combinar vuestras finanzas hasta crear crédito y acumular recompensas, una tarjeta de crédito conjunta es una gran herramienta financiera para las parejas. Aquí tienes siete razones por las que deberías abrir una.

1. Gana recompensas con la tarjeta de crédito más rápido

El programa de recompensas de una tarjeta de crédito ofrece una de las formas más rápidas y sencillas de ganar regalos. Si tu tarjeta tiene esta ventaja, puedes ganar puntos o dinero en cada compra. Cuando hayas acumulado suficientes puntos, podrás canjearlos por productos, viajes, abonos en cuenta o dinero en efectivo. Pero aunque ganes un punto o un 1% de devolución en efectivo por cada dólar que gastes, lleva tiempo acumular recompensas. En cambio, una tarjeta de crédito conjunta te ayuda a acumular más puntos. Como tú y tu ser querido tendréis acceso a la misma línea de crédito, tendréis más oportunidades de ganar puntos. De este modo, una tarjeta de crédito conjunta puede ser una herramienta excelente si tu pareja y tú estáis planeando unas vacaciones y queréis acumular tantos puntos como sea posible para canjearlos por billetes de avión gratuitos, estancias en hoteles y mucho más.

2. Aumenta tus dos puntuaciones crediticias

Una tarjeta de crédito conjunta aparece en los informes crediticios de ambos y afecta a las puntuaciones crediticias de ambos. Esto puede ser bueno o malo dependiendo de cómo gestionéis la cuenta los dos. Puede que sea responsabilidad de tu pareja enviar los pagos cada mes. Debes saber que si se retrasa constantemente en los pagos, tu informe crediticio lo reflejará. Por otra parte, si ambos gestionáis la tarjeta de crédito de forma responsable, pagando la factura a tiempo y cargando sólo lo que os podéis permitir, la puntuación crediticia de ambos se beneficiará. Una puntuación crediticia más alta significa que podrás optar a tipos más bajos cuando solicites financiación en el futuro.

3. Accede a tarjetas de crédito con tipos más bajos

Uno de cada tres adultos estadounidenses afirma que sus hogares arrastran deudas de tarjetas de crédito de un mes para otro, según la Encuesta sobre Conocimientos Financieros de los Consumidores 2019, elaborada para la Fundación Nacional para el Asesoramiento Crediticio. Si no pagas tus tarjetas de crédito todos los meses, es importante que encuentres una tarjeta con el tipo de interés más bajo posible. Esto reduce los cargos por intereses, permitiéndote pagar los saldos más rápidamente. Por desgracia, si tienes un crédito menos que perfecto y solicitas una tarjeta de crédito solo, no es probable que consigas una tarjeta con un tipo de interés bajo. Cuanto más alto sea el tipo, más pagarás a la larga. Sin embargo, si solicitas una tarjeta de crédito conjunta con tu pareja, y ésta tiene un crédito excelente, es posible que te concedan una tarjeta con un tipo más bajo y un límite de crédito más alto. La entidad emisora de la tarjeta de crédito evaluará la puntuación crediticia de ambos para decidir si aprueba la solicitud de tarjeta de crédito conjunta. En algunos casos, el buen historial crediticio de uno de los solicitantes puede compensar el historial crediticio regular o malo del otro.

4. Eres más responsable de tus compras

Si tienes tu propia tarjeta de crédito y eres el único que gestiona la cuenta, es más fácil gastar de más, comprar cosas que no necesitas y acumular una factura de tarjeta de crédito enorme. Cuando compartes una cuenta con tu pareja, hay un factor de responsabilidad. «Nos da a ambas partes una razón para detenernos un momento y pensar un poco más antes de hacer una compra. Sabes que otra persona verá lo que se está cargando», dice Joan Fradella, mediador familiar titulado de Divorce thru Mediation. «Te hace pensar si estás siendo razonable en cuanto a los gastos totales en comparación con los ingresos». Cuando eres plenamente consciente de que otra persona verá todos y cada uno de los cargos que hagas -y probablemente hará preguntas o se enfadará por cargos poco razonables-, es probable que seas más responsable, renunciando a las compras impulsivas y manteniendo un equilibrio razonable.

5. Las cuentas conjuntas de tarjeta de crédito son más fáciles de cerrar

Nadie quiere pensar en la muerte, pero es una parte desafortunada de la vida. Si fallece tu cónyuge, puedes decidir cerrar todas sus cuentas personales de tarjeta de crédito tras liquidar los saldos. Pero cuando no eres titular de una cuenta, cerrar una cuenta de alguien no es tan sencillo como llamar a la compañía de la tarjeta de crédito y hacer una solicitud. Es más rápido y fácil cerrar una cuenta de tarjeta de crédito cuando eres titular de una cuenta conjunta. Marcia Noyes, directora de comunicaciones de Catalyze, aprendió esta lección por las malas cuando murió su marido en 2013. «Con una tarjeta de crédito conjunta, una persona puede cerrar la cuenta cuando la otra fallece», dijo. «Sin que sea una cuenta conjunta, hace falta un acto del Congreso: certificado de defunción, cartas testamentarias y tus datos».

6. Gestiona más fácilmente los gastos compartidos

Si compartes gastos con tu cónyuge, como la compra, el ocio o el tiempo libre, utilizar una tarjeta de crédito conjunta puede ser una de las mejores formas de controlar y dividir los gastos por la mitad. Como todo aparece en el extracto, sabréis exactamente lo que gastasteis entre los dos. Tu pareja y tú no tenéis que preocuparos de intercambiar dinero o escribiros un cheque. Basta con que utilicéis la tarjeta de crédito conjunta y luego paguéis vuestra parte del saldo.

7. Tienes plenos privilegios y acceso

Obtener una tarjeta de crédito conjunta no es la única forma de compartir una cuenta con alguien. También puedes añadir a alguien como usuario autorizado de una de tus tarjetas de crédito. Esta persona puede utilizar la cuenta de tu tarjeta de crédito, y esta cuenta puede aparecer en su informe crediticio, lo que le permite beneficiarse de tus buenos hábitos crediticios. Pero como esta persona no es el titular principal de la cuenta, no tiene los mismos privilegios que el titular de una cuenta conjunta. No puede llamar a la empresa de la tarjeta de crédito para preguntar por los saldos, solicitar un aumento del límite de crédito, pedir un tipo más bajo o impugnar un cargo. El titular de una cuenta conjunta, sin embargo, tiene todos los privilegios de la cuenta. Algunas personas podrían desaconsejarte obtener una cuenta conjunta de tarjeta de crédito por los riesgos inherentes. Pero dependiendo de tu situación, una cuenta conjunta puede ser económicamente beneficiosa. Cuando abras tu tarjeta de crédito conjunta, asegúrate de que entiendes los riesgos y las ventajas, y sólo comparte una tarjeta de crédito si confías en que la otra persona hará un uso responsable de la cuenta.

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