7 formas de gestionar mejor tu dinero

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Si te has comprometido a salir de deudas en 2016, puede que ya te sientas abrumado. Afortunadamente, tomar la decisión de ser mejor con los asuntos de dinero es el primer paso en el camino hacia la libertad financiera. Aprender a gestionar tus finanzas es una experiencia muy gratificante y valiosa, pero al principio, la jerga y las diversas estrategias, cada una más desalentadora que la anterior, pueden dejarte más intimidado que aliviado.

  1. Toma el control de tus deudas. Si ya te sientes agobiado por las deudas, consultar tu informe crediticio puede causarte ansiedad. No estás sola. Ignorar o negar la realidad de tu deuda es una historia habitual. Desgraciadamente, cuanto más lo pospongas, más estresado estarás. Al igual que las multas de tráfico y los platos sucios, ignorar el problema no hará que desaparezca. Ignorar el problema sólo hará que sea más difícil de abordar cuando inevitablemente debas enfrentarte a él. Lo más importante que puedes hacer ahora mismo es echar un vistazo a las facturas que tengas sin abrir. Aunque la deuda puede ser un problema aterrador al que enfrentarse, es mejor tener una idea clara de a qué te enfrentas. Revisa tu puntuación de crédito para ver en qué situación te encuentras. Cuando haya pasado lo peor, te alegrarás de haberlo hecho.
  1. Fija un objetivo a largo plazo. Es difícil planificar, preparar y ceñirse a un presupuesto si no sabes para qué estás ahorrando. Más allá de salir de deudas, tu objetivo final debe ser asegurarte de que no vuelves a caer en viejos malos hábitos financieros en el futuro.Tal vez te gustaría que tu puntuación de crédito superara los 800 puntos. Tal vez tu sueño sea ahorrar lo suficiente para llevar a tu familia de vacaciones al trópico. Tal vez quieras reservar un fondo fiduciario para tus hijos o nietos. ¿Cómo es tu futuro ideal? Imagínatelo, fija un objetivo y trabaja para conseguirlo.
  1. Prepara un presupuesto realista. Una de las razones más comunes por las que la gente no alcanza sus objetivos presupuestarios es que no se fijaron metas razonables. Contrariamente a la creencia popular, no tienes por qué sentirte culpable si decides dar prioridad a unos gastos sobre otros.Intenta pensar en el presupuesto como un paso pequeño(¡pero crucial!) en el camino hacia la libertad financiera, y no como la solución única que mucha gente cree erróneamente que es. El objetivo de un presupuesto es motivarte para gastar menos de lo que ganas, y ayudarte a identificar las áreas problemáticas cuando se trata de gastar más de la cuenta.
  1. Busca apoyo. No tengas miedo de pedir ayuda si sientes que estás demasiado metido. Tener un compañero en quien confiar cuando las cosas se ponen difíciles puede ser inmensamente beneficioso, tanto para tus finanzas como para tu tranquilidad. Esto es especialmente cierto si te cuesta gastar en exceso o tienes dificultades para entender tus finanzas.Siempre es importante recordar que no estás solo, y que tus problemas de deuda pueden superarse. Lo más probable es que alguien haya estado exactamente en la misma situación que tú en algún momento, y si preguntas, puede que esté encantado de ofrecerte alguna orientación.
  1. Controla tus gastos. Siempre que hagas una compra, registra cuánto has gastado y en qué lo has gastado. Incluso las compras más pequeñas, como el café de la mañana, pueden suponer una suma considerable, y cuando eches la vista atrás y veas tus hábitos de gasto, podrás ver dónde están tus puntos débiles.Esta estrategia requiere un cierto nivel de dedicación -después de todo, tienes que acordarte de introducir la información después de cada compra, por grande o pequeña que sea-, pero los resultados pueden ser reveladores. Si tienes un smartphone, puedes utilizar una aplicación como Concur o Expensify para hacerlo más fácilmente.
  1. Paga en efectivo. Si tienes un historial de gasto excesivo y ahora estás agobiado por la deuda de la tarjeta de crédito, entiendes las tentaciones que puede traer el plástico. Los estudios indican que cuando la gente paga en efectivo, siente una conexión emocional más fuerte con el dinero y, por tanto, es menos probable que gaste más de la cuenta.Si sueles tener la tentación de hacer compras impulsivas, saca dinero en efectivo con tu tarjeta de débito cuando vayas de compras, y deja las tarjetas de crédito en casa. A algunos astutos presupuestadores les gusta operar casi exclusivamente en efectivo. Estos gastadores retiran una cantidad fija de dinero en efectivo cada vez que cobran una nómina, y ése se convierte en su dinero para gastos hasta que llega el siguiente día de paga. Si puedes evitar la atracción de las compras por Internet, ésta es una forma fácil de ceñirte a un presupuesto estricto.
  1. Prémiate. Es fácil sentirse agotado cuando te enfrentas a dificultades económicas. Muchas personas luchan por ceñirse a sus presupuestos porque se privan de todo. La buena noticia es que no hace falta que te prives de todo. Puedes seguir disfrutando de pequeños lujos con moderación.Al principio de cada mes, haz una lista de pequeñas compras con las que te gustaría darte un capricho. Si te ciñes a tu presupuesto y pagas a tus acreedores, sal a comer o cómprate una prenda nueva como pequeña palmadita en la espalda por el trabajo bien hecho.