4 formas de practicar el autocuidado mientras te ocupas de las finanzas
El autocuidado va más allá del pensamiento positivo y de ir de compras cada fin de semana. Puede ser fácil descuidar tu salud cuando te enfrentas a dificultades económicas. La verdad es que el autocuidado puede ayudarte a ahorrar dinero despejando tu mente para tomar decisiones de gasto más inteligentes. New Era te ofrece las mejores formas de practicar el autocuidado sin obstaculizar tu progreso financiero.
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Relájate, resetea y recárgate.
Cuando te estresas por el dinero, o por cualquier otra cosa, creas una respuesta emocional en tu cuerpo. Puedes sentirte preocupado o enfadado y no saber cómo relajarte. MyHEALTH nos ayuda a comprender mejor el estrés clasificando los distintos tipos. Una vez que comprendas mejor cómo reaccionas ante las situaciones estresantes, podrás elaborar un plan para responder mejor al estrés.
Hay varias cosas que puedes hacer para relajarte y sentirte recargado que no implican gastar dinero. Dedica los fines de semana a centrarte en ti mismo, a descansar bien y a hacer algo que te guste. A veces, dedicar incluso unas horas a ti mismo puede ser la forma más gratificante de autocuidado. Vivimos en un mundo agitado en el que resulta fácil perderse en el caos y olvidarse de tomar el ritmo. No necesitas gastarte cientos de dólares en viajes al centro comercial, vacaciones elaboradas o masajes mensuales para centrarte. Pasa algún tiempo al aire libre o limpia a fondo tu casa: ¡haz lo que te haga sentir relajado y realizado!
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Haz cambios en tu estilo de vida.
Cuando intentas salir de deudas, puede ser fácil decirte a ti mismo que vas a dejar de gastar tu dinero y limitarte. También puede ser fácil dejar tus finanzas fuera de la vista y de la mente. Ambos enfoques pueden contribuir a tu estrés a corto y largo plazo. Para aliviar parte de tu estrés, haz pequeños cambios en tu estilo de vida.
Es el mismo concepto aplicado a las dietas y a la pérdida de peso. Para ejecutar eficazmente una estrategia, no puedes desechar todo lo «malo» y empezar de nuevo al día siguiente. Es un proceso largo que requiere dedicación y esfuerzo. Añade por la noche yoga relajante durante 5-10 minutos. Unas pocas y sencillas respiraciones profundas podrían ponerte en el buen camino para desarrollar un plan de autocuidado a largo plazo. O añade a tu rutina algo que te ayude a relajarte y a dedicar un momento a centrarte en algo que no sean tus finanzas (no tiene por qué ser yoga, ¡elige lo que te vaya bien!). En lugar de prometer que nunca gastarás dinero en cosas que no necesitas, determina qué cosas puedes sacrificar por el momento.
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Sigue adelante con tus aspiraciones.
Establecer objetivos es un componente importante, si no necesario, del autocuidado. Elabora un plan para añadir tiempo dedicado a ti mismo y determina qué es lo que quieres. Cuando pasas demasiado tiempo estresado, puede ser difícil evaluar tus necesidades. Pregúntate qué necesitas y cómo puedes conseguirlo, aunque sólo sea media hora dedicada cada día a hacer algo que te guste.
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Comprende los efectos negativos y hazte una promesa.
Para seguir adelante con tus aspiraciones, tendrás que prometerte a ti mismo mantener el compromiso de cuidarte. Comprende que puede resultarte difícil cuidar de ti mismo en momentos en que sabes que tienes que atender otras facturas o deudas. Debes saber que te va a costar trabajo mantener una actitud positiva durante esta dura situación, pero también debes ser consciente de los recursos disponibles para ayudarte. Cuando la negatividad o el estrés empiecen a aparecer de nuevo, recuérdate por qué el autocuidado es importante para ti y qué tienes que hacer para conseguirlo.
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