6 consejos para afrontar las deudas en el divorcio

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Las deudas son probablemente lo último en lo que quieres pensar cuando te divorcias; sin embargo, tienes que hacer frente a las deudas compartidas si quieres protegerte de los problemas económicos en el futuro. Para aliviar tu carga, aquí tienes 6 consejos para hacer frente a las deudas en el divorcio:

 

  1. No lo hagas solo: Consulta con tu abogado matrimonialista.

 

Las leyes relativas al reparto de las cargas de la deuda durante el divorcio varían de un estado a otro. Por eso es importante consultar a un abogado de divorcios de tu zona que pueda asesorarte sobre las leyes específicas de tu estado y sobre qué estrategia se adapta mejor a tus circunstancias: no hay dos procesos de divorcio exactamente iguales.

 

Un ejemplo de cómo varían las leyes estatales en materia de divorcio son las leyes de bienes gananciales. Estados como California, Nevada y Wisconsin responsabilizan a cada cónyuge de lo que ha comprado con una tarjeta de crédito: llevar un registro meticuloso de las compras garantizará que no se te responsabilice de deudas que no has creado.

 

  1. Para ahorrar dinero, consulta a un planificador financiero o a un asesor crediticio.

 

Muchos abogados de divorcios cobran por horas. Y no son baratos: la tarifa media de un abogado era de 250 dólares por hora, mientras que los abogados de las grandes ciudades podían costar entre 400 y 500 dólares por hora. Desde la consulta hasta el cierre del caso, la gente gastó entre 9.000 y 14.000 dólares en los honorarios de su abogado. Aunque los abogados son un recurso indispensable durante el proceso de divorcio, no los necesitas necesariamente para poner en orden tus finanzas postdivorcio. Los planificadores financieros o asesores crediticios son una gran alternativa de bajo coste y pueden aconsejarte sobre muchos de los mismos asuntos monetarios que un abogado.

 

  1. Distribuye la deuda de las tarjetas de crédito de titularidad conjunta entre las tarjetas de titularidad individual.

 

No dejes abierta ninguna tarjeta de crédito de la que seas responsable conjuntamente con tu cónyuge. Según abogados expertos en divorcios, no es infrecuente que los cónyuges entren en guerras de gastos con la idea de que si uno gasta también puede hacerlo el otro; incluso con parejas que pueden haberse amado, el divorcio puede crear animosidades que se descontrolan. Recuerda que las empresas de tarjetas de crédito no respetan los acuerdos de divorcio y que puedes ser considerado responsable de las compras del otro. Nota: una excepción a la responsabilidad es si uno de los cónyuges es titular de la cuenta pero el otro es sólo un titular añadido, este cónyuge no es responsable de las deudas (aunque haya pasado la tarjeta).

 

Para evitar esta situación, algunas empresas de tarjetas de crédito te permiten transferir saldos a diferentes tarjetas, lo que te permite distribuir la deuda compartida de la tarjeta de crédito entre cuentas personales.

 

  1. Refinanciación: Sustituye los préstamos mancomunados por nuevos préstamos a nombre de una sola persona.

 

De forma similar a la transferencia de saldos de tarjetas de crédito, también puedes pedir un nuevo préstamo firmado por uno de los cónyuges para pagar préstamos anteriores firmados conjuntamente por ambas partes. Por ejemplo, si tú y tu cónyuge habéis firmado conjuntamente un préstamo para un coche, uno de los dos puede pedir un nuevo préstamo para pagar el existente. Sin embargo, hay una advertencia: por lo general, quien solicita el préstamo debe tener crédito para que se lo aprueben por sí mismo; si tiene poco crédito, puede que no sea una opción.

 

  1. Liquida tus bienes.

 

En lugar de repartirte las posesiones y venderlas por tu cuenta, quizá quieras llegar a un acuerdo con tu cónyuge para vender todas las pertenencias de propiedad conjunta para pagar las deudas compartidas, como la hipoteca, el préstamo del coche o los saldos de las tarjetas de crédito. Vender la casa familiar, por ejemplo, puede ser molesto tanto para ti como para tus hijos, pero puede proporcionar el capital para hacer una ruptura limpia, evitando angustias y estrés en el futuro.

 

  1. Si puedes evitarlo, no dejes el matrimonio con deudas.

 

Último consejo: Si es posible, salda tus deudas antes de finalizar el divorcio. Para reiterar, los acuerdos sobre préstamos o tarjetas de crédito no cambian a la luz de un divorcio. Aunque tu cónyuge haya aceptado devolver la deuda, sigues siendo responsable de las cuentas si le ocurre algo o si decide no cumplir vuestro acuerdo.

 

Para los divorciados a los que les quede una cantidad inmanejable de deudas no garantizadas, New Era Debt Solutions puede ayudarles. New Era es una empresa de liquidación de deudas que ayuda a las personas a reducir drásticamente sus obligaciones de deuda para asegurar su independencia financiera. Desde 1999, hemos liquidado más de 275 millones de dólares en deudas para nuestros clientes.

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